Una proyección previa de The Conjuring: Last Rites en Texas se convirtió en algo sacado de la propia película cuando, según informes, un hombre sufrió una convulsión durante la proyección, lo que dejó al público atónito y desató un debate en línea.
Para hacer la situación aún más surrealista, un obispo estuvo presente y respondió bendiciendo el teatro con agua bendita y repartiendo estampas de oración. Algunos espectadores lo interpretaron como una protección espiritual, mientras que otros pensaron que parecía más bien una estrategia publicitaria.
El evento, que duró una sola noche y tuvo lugar en el Valle del Río Grande, se viralizó rápidamente en TikTok y redes sociales. Las reacciones fueron diversas: algunos espectadores creyeron haber presenciado una emergencia real, mientras que otros sospecharon que todo el episodio fue orquestado para promocionar la película.
El obispo Bryan Ouellette, conocido por sus apariciones en Ghost Adventures y Dateline, estuvo presente en la proyección y ya estaba ofreciendo bendiciones antes de que ocurriera el incidente.
Según MySA, roció agua sobre los asistentes y repartió tarjetas que representaban a San Miguel Arcángel, una figura conocida por defender contra el mal.
Las imágenes publicadas en línea mostraban a Ouellette rezando en la entrada antes del inicio de la película, creando un ambiente ritual que algunos fans apreciaron y otros cuestionaron. Si bien algunos asistentes acogieron el gesto como reconfortante, otros lo encontraron extraño para un evento comercial organizado por Warner Bros.
Esta no es la primera vez que la religión se entrelaza con la franquicia. Las películas anteriores de El Conjuro tuvieron sus sets bendecidos, una tradición surgida del temor de los productores a la "energía negativa" que persistía durante la producción. Los comentaristas de la industria señalaron que la elección del sur de Texas, una región con un profundo simbolismo católico, hizo que la presencia del clero en este evento fuera especialmente significativa.
El momento que generó más especulaciones se produjo a mitad de la proyección, cuando un espectador empezó a convulsionar. Testigos afirmaron que el hombre se sacudió violentamente y fue atendido rápidamente, pero no se ha encontrado una explicación clara. Puedes verlo en el vídeo a continuación.
¿Fue una emergencia médica, puro terror o algo preparado para causar sensación? Nadie lo sabe con certeza, y Warner Bros. ha guardado silencio.
Los fans inmediatamente la compararon con las infames maniobras publicitarias del terror. El Exorcista distribuía bolsas para vomitar en los cines, mientras que Actividad Paranormal se apoyaba en gran medida en imágenes de visión nocturna del público aterrorizado para promocionar sus sustos.
Dado que Last Rites ya estaba impregnado de imágenes religiosas, agregar un obispo a la mezcla solo desdibujó aún más la línea entre la película y la realidad.
Las reacciones en línea resumieron la división. Un usuario de TikTok elogió la bendición, diciendo que encajaba con el tono siniestro de la película y tranquilizó a los espectadores nerviosos. Otro bromeó: «Si tienen que hacer todo eso, no voy».
Ya sea un auténtico acto de fe o una ingeniosa estrategia de marketing, el espectáculo sin duda funcionó; hizo que todos hablaran de El Conjuro: Últimos Ritos. Ahora, la única pregunta es si el susto en pantalla será tan intenso como el que se vivió en los pasillos.
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